¿Qué te está comiendo? El lado emocional de comer en exceso

Pregunta a la mayoría de la gente por qué come, y las probabilidades son que como respuesta obtengas una mirada burlona y algo así como  “Porque me da hambre – ¿Por qué más?»

Aunque la relación entre los alimentos y el hambre parece ser una de las interrelaciones más fundamentales, la verdad es que muchas personas se inspiran para comer y, a menudo impulsados a comer en exceso, por razones complejas que tienen poco que ver con el estado de sus estómagos.

Si tu dieta diaria es excesivamente afectada por los acontecimientos externos y tu respuesta a estos eventos, puedes estar sufriendo de lo que los expertos han denominado «comer emocional».

ENTENDIENDO TUS IMPULSOS

Todo el mundo experimenta estrés en la vida, y todos tenemos maneras de lidiar con la presión y la decepción. Por ejemplo, algunos buscan canalizarla a través de terapias, meditación o ejercicio, mientras que otros recurren al alcohol u otras drogas en sus intentos de aliviar el dolor.

Si tu respuesta al estrés o la tristeza te llevan a la puerta del refrigerador, el comer emocional puede estar socavando tus esfuerzos para llevar una vida sana. Educarte a tí mismo acerca de esta condición es el primer paso para superar tus impulsos, mejorar tus habilidades para hacerle frente, y, en última instancia, recuperar el control de esta importante parte de tu vida.

Identificar tus detonantes

Los comedores emocionales voltean su atención a la comida en respuesta a los estímulos negativos, tales como un mal día en la oficina o una discusión con un amigo. Algunas personas a propósito intentan comer para alejar su angustia, mientras que otros no son conscientes de la conexión entre lo que sienten y lo que están comiendo.

Independientemente de lo conscientes que estén de lo que impulsa sus acciones, los comedores emocionales, usan a la comida en un intento mal dirigido para hacer frente a situaciones de estrés. No hay dos comedores emocionales que sean iguales, y no puede haber una lista exacta de razones por las que la gente coma en exceso, pero los siguientes son algunos «detonadores» o impulsos o emociones comunes, que a menudo conducen a atracones o comer en exceso:

  • Ansiedad – Esperar los resultados de un examen. Preparar una presentación importante. Sentarse en un avión lleno de gente justo antes de despegar. La vida está llena de momentos que pueden evocar una intensa ansiedad. Para algunos de nosotros, la oportunidad de reemplazar esta terrible “sensación de anticipación”, con la relajante sensación que asociamos con la comida resulta obvio. El problema, sin embargo, es que una vez que hemos terminado de comer nuestra colación distractora, lo que originó nuestra ansiedad sigue allí – sólo que ahora está acompañado por la culpa del exceso de comida no saludable.
  • Aburrimiento – Es otra noche de soledad en frente del televisor.Tres horas de repeticiones y quince anuncios de comida rápida después de que te instalaste cómodamente en tu sillón favorito, tu mente está tan vacía como las bolsas de botanas y las latas de refresco en la mesita de al lado. Hay una razón por ciertas botanas han llegado a ser conocidas como «comida reconfortante» – son formas sabrosas y constantemente agradables de sobrellevar unas horas aburridas y en algunos casos evocar recuerdos de tiempos mejores. Por desgracia, a menudo no son las opciones más saludables disponibles, y la naturaleza del comer reconfortante implica tanto evasión como sobreindulgencia.
  • Disgusto – Acabas de descubrir que ya no te queda otro de tus pantalones favoritos – y aunque parezca contradictorio, el disgusto con tu apariencia le envía directamente a tu cajón de botanas. Aunque masticar una barra de chocolate puede ayudar a liberar sustancias químicas en el cerebro que pueden temporalmente aliviar tu disgusto, tratar con los sentimientos de disgusto comiendo en exceso es un «doble golpe» – no sólo has evadido la oportunidad de tratar efectivamente con el problema, sino que además la situación empeora con otra ronda de alimentos poco saludables.
  • Euforia – Aunque la mayoría de los episodios de ingesta emocional son provocados por acontecimientos o emociones negativos, también pueden resultar de experiencias en el otro extremo del espectro psicológico. Un cumpleaños, un aumento de sueldo, o el inicio de una nueva relación pueden ser motivo de celebración – y también pueden «inspirar» a los comedores emocionales a exagerar en la mesa. No hay nada malo en disfrutar de una rebanada de pastel de cumpleaños o celebrar un logro, llendo con un amigo a cenar – sólo recuerda que tu atención debe centrarse en saborear el evento o el logro, no en la forma de celebrarlo.
  • Hábito – Incluso después de haber eliminado de su adicción física a la nicotina, los ex fumadores, se encuentran a veces buscando un cigarrillo después de comer o al hablar por teléfono. Sus cuerpos pueden ya no requerir la droga, pero debido a sus hábitos anteriores, sus mentes les están diciendo «este es el momento de fumar.» Alimentación poco saludable – como pasar diariamente por comida rápida después del trabajo o comer dos donas con café todas las mañanas – puede ser igualmente un hábito. Al igual que los baches en el camino pueden dañar tu vehículo e impedir que avances, así también, el comer por hábito puede descarrilar incluso la más saludable de las intenciones.
  • Imitación – Por desgracia, la presión social parece ser una parte de la escuela secundaria que se queda con nosotros mucho tiempo después de que nuestra vida escolar y las lecciones de álgebra se han desvanecido en la bruma de la memoria. Al igual que los alcohólicos y adictos a otras drogas se les aconseja evitar situaciones en las que el objeto de su adicción sea de fácil acceso, los comedores emocionales tienen que estar conscientes de cómo el comportamiento de otros pueden influir en su tendencia a excederse. Cenas de navidad (el estrés de una reunión familiar grande, junto con una abundancia de platos tentadores), banquetes de boda (un montón de gente feliz comiendo un montón de delicioso pastel), y los partidos de futbol (¿Alguien dijo «buffet libre»?) Son todas situaciones en las que el espíritu de la multitud puede alejarnos de nuestras metas de alimentación saludable.

Retomando el control

Una vez que te has educado en los fundamentos de comer por razones emocionales y las influencias que pueden llevar a episodios poco saludables, es el momento de incorporar esta información en un plan que se adapte a tus necesidades y objetivos individuales.

  • Conoce tus factores detonantes –“Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo.” Los soldados han estado siguiendo esta guía de ”El arte de la guerra” de Sun Tzu por más de 2,500 años – pero su consejo es también aplicable a las batallas libradas por los comedores emocionales de hoy. La conciencia de lo que motiva tus acciones poco saludables es el precursor esencial para mejorar tu conducta. Incluso si no te reconoces en alguna de las descripciones de la sección anterior de este artículo, es posible que te identifiques con la mentalidad que allí se describe. Saber de antemano qué situaciones, emociones o acontecimientos pueden “presionar tus botones” te permitirá desarrollar estrategias para evitar o superar estas influencias negativas para tu salud.
  • Desarrollar formas alternativas de lidiar con el estrés – Debido a que la mayoría de los factores desencadenantes están relacionados con el estrés, y porque ninguna estrategia eliminará la presión de tu vida, el siguiente paso es desarrollar mecanismos de supervivencia saludables. Ejercicio, meditación y terapia son tres de los muchos métodos que la gente usa para aliviar el estrés y preparar mejor a sus mentes y cuerpos para los desafíos de la vida cotidiana. Tu médico debe ser capaz de sugerirte otras opciones basado en tus necesidades, fortalezas, y limitaciones específicas.
  • Documenta tu dieta – Este puede parecer el paso más fácil del proceso, pero también puede ser el más desafiante y motivador. Comprométete a hacer una lista de todo lo que comes y cuándo lo comes por lo menos durante los próximos siete días. El acto de detenerte a escribir cada vez que comes (incluso cuando consumes un bocado rápido) puede ayudar a tomar conciencia de tanto la calidad como la cantidad de tu dieta diaria. Revisar lo que has escrito puede ayudar a observar patrones en tu comportamiento, y puede ser una parte valiosa de tu esfuerzo por identificar y eliminar las conductas poco saludables.
  • Elimine de su entorno de alimentos poco saludables – Comer sano es mucho más fácil cuando  no estás sentado a pocos metros de una despensa que está provista de galletas, papas fritas, y dulces. Y llenar el refrigerador con vegetales frescos y jugos de fruta sana, hará mucho más difícil para ti tener impulsos de comidas poco saludables. Pero la eliminación de la tentación de tu casa es sólo una parte de este proceso. Si tienes una reserva secreta de botanas escondido en tu oficina, se tendrá que ir también. Y si  las paradas por comida en el camino son un problema, es posible que quieras cambiar de ruta por la mañana y la tarde para evitar las tentaciones de las tiendas de donas y lugares de comida rápida
  • Perdonarse a sí mismo cuando fallas– Las caídas (y la culpa, la vergüenza y la frustración que pueden seguirles) pueden ser uno de las experiencias más estresantes de la vida – y pueden ser detonadores difíciles de superar para algunos comedores emocionales. Por extraño que pueda parecer, tienes que prepararte para el fracaso tan fuertemente como te preparas para el éxito, porque no importa tan resuelto estás a mejorar, es probable que sufras una o dos caídas a lo largo del camino. Pero así como no esperas corregir toda una vida de malos hábitos, con un solo día de alimentación sana, no pienses que unos cuantos momentos de debilidad van a atentar contra tus esfuerzos. De hecho, esos momentos pueden ser excelentes oportunidades para revisar cuánto progreso has logrado, así como para mejorar tu plan evaluando lo que salió mal y por qué.

Construyendo una vida mejor

Tratar de entender los impulsos de todas las personas y sus motivaciones, sobre todo las propias, puede ser una tarea larga y compleja. Sin embargo, para los comedores emocionales, mejorar la auto-conciencia es un componente esencial en la planificación de una vida más sana. La buena noticia es que existe información y expertos disponibles para ayudarle en el camino. Una mejor noticia es que cada día que pasas enfocado en tus esfuerzos te acercará un paso más hacia el logro de tus objetivos y recuperar el control sobre tu vida.